Deconstruir lugares fijos, hábitos, a partir de una mirada que transvalora funciones estereotipadas llevándolas hacia el simbolismo de una imagen resignificada Los objetos sufren una traslación desde ese lugar asignado hacia la multiplicidad de sentidos que se abren a partir de la mirada de la artista, cargándose de implicancias asociativas donde lo humano surge como una protesta tenue, venida desde su desocultamiento, marcándose en el vidrio que trasparenta y silencia, en la dislocación, en la disfuncionalidad de dichos objetos arrancados de su centro contextual Pero en la traslación no se lee un hecho negativo, sino posibilidad, renacimiento del entramado significativo que se abre a la metáfora Nada parece estar en su lugar, es cierto, pero no son los objetos los que permanecen extrapolados, es el lugar mismo, la atopía donde el significante se abisma (Barthes) Detrás de la imagen, surge la voz humana, variada, que sitúa la obra por intermedio de la palabra colectiva en el lugar del sociolecto, que pone la obra en el topos de la construcción social
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